jueves, 18 de octubre de 2012

Absenta


los espíritus se durmieron ante mi 
ángeles caídos que se desnudan 
bebieron licores de hierbas y espigas
sueños que inspiraron sonidos de lujuria 
inundaron los lagos que coqueteaban con sus brujas
Las tribus se paralizaron ante tu sonrisa 
el asombroso eco homicida  
raíces ásperas en plena dicha 
rituales prohibidos en los cuales agonizas

musgos en el piano escarchas en la cara 
las esencias se posaron sobre tus lagrimas
tu rostro invisible envuelto en cera
  acallaron las voces de las nuevas eras

deidades echas de sol y carne
sumergido en lo salvaje atolondrado viaje
algodones engreídos cisnes petulantes
el silencio destroza mis oídos errantes 
hazme libre clávame tus ilusiones 

entre chirridos que se desvanecen como el roció
caminare descalzo por un césped ficticio 
la luna tiene una nueva cicatriz
pero broto con fuerza como una gran emesis 

solo acércate un poco mas
dancemos juntos sobre la mesa 
deja de paralizarte y confiesa 
 florece…

no te preocupes ya floreció 
no sigas ocultándote en tu caparazón 
sientes  lo que guardo en su corazón 
son cigarros y licores con olores a adicción  

Carnavales caníbales

Jaulas con carnavales
se queman en el infierno 
abundantes caminos 
mis instintos me tratan de socorrer
 un bebe me susurra al oído
necesita vino y amigos
quisiera abrir tu cerebro 
y buscar mi nombre en el
Serpientes denudas escurridizas
babeando luces estroboscópicas
soy un extraterrestre bajo la lluvia 

soy un animal atrapado en tus manos  
un horrible día amargado y agotado
soy lo que necesites o necesitaras 
el que alimentara tus mentiras 

ya no existo pero me quedare contigo
suturado en ti como un esclavo 
como un esbirro como una anima reclamando venganza 
soy todo lo que tu necesitas
 el cuadro en tu pared
eres quien me dejo con sed 

la demencia abordo mi cabeza
desesperado no aguanto... me reviento 
los intestinos recorren la habitación 
y los gnomos corren sin cesar 
bailan sin parar sobre mi cabeza 

restos, restos, restos,.
Sobras, sobras, sobras.

Las sobras esas que alimentan al perro 
aquella que tritura al cordero  
-¡¿eso soy yo?!-
despreciables restos inanimados 
sin importancia ni valor 
calcinándome y desvaneciendo
entre nieblas de azufre 
saboreando su hedor 
de un suave gusto amenazador